ALEJANDRA COSTAMAGNA: HABIA UNA VEZ UN PAJARO

 

 

 

 Autor: Jerko Julio; Corrección y edición: Juan Orellana.
Los libros después de la peste

 

 Hoy presentamos esta reseña de nuestros amigos que tambien son parte de @loslibrosdespuesdelapeste sobre Habia una vez un Pajaro, de Alejandra Costamagna , quien hoy cumple años y publicado por Editorial Cuneta

“Había una vez un pájaro”, escrito por Alejandra Costamagna, reúne tres cuentos de la autora, donde lo familiar se ve eclipsado por los conflictos sociales y políticos de la época. La dictadura cívico militar, ocurrida durante 1973 a 1990 en Chile, deja huellas imborrables tanto en sus protagonistas como en la sociedad, que se va fragmentando en figuras oscuras de un silencio profundo. Ese mismo silencio forma parte de cada uno de los cuentos de este libro.

“Nadie nunca se acostumbra”, el cuento que abre este libro, nos
somete a una paulatina e indescifrable jauría, que amenaza con romper la infancia de la protagonista. La vida va tomando tintes rojos y negros en el horror de no entender lo que está sucediendo alrededor ni los cambios que va a generar en cada uno de los personajes.

"Agujas del reloj", el cuento más corto del libro, es una crítica a la
familia convencional. La protagonista trata de descifrar a sus padres, analiza sus actos, y solo se da cuenta de que no sabe cómo nombrarlos ni la manera de hallarlos.

El cuento que da nombre al libro, que tiene alrededor de cuarenta
páginas, nos presenta un quiebre familiar. El padre de la protagonista por razones políticas se ve en la obligación de abandonar su país y refugiarse en Argentina. En el mismo período, los 70’ chilenos, sus hijas deben afrontar la vida con otros ojos y con otras actitudes. Serán adultas prematuras en un país que las obliga a olvidar y a vivir en el pleno silencio.

“Había una vez un pájaro” nos presenta otra perspectiva de la
dictadura, que muchas veces no miramos, esa de los niños. Nos habla de cómo cambian sus vidas, sus familias, su forma de entender el mundo y de mirarse a sí mismos. Los niños fueron víctimas de esa dictadura. Alejandra Costamagna nos quita las vendas de los ojos y, en su estilo tan característico, nos muestra que alguna vez hubo un pájaro en esas vidas.