RISA THANÁTICA
En el subsuelo donde el ruido se vuelve plegaria y la imagen deja de ser adorno para convertirse en herida, Thanatoloop vuelve a abrir la tumba de Muerte Infinita. Veinte años después, el disco resucita como un espectro remezclado y reimaginado, y “Risa Thanática” aparece como su penúltimo video collage, un conjuro de intuición pura. No hay storyboard, ni cálculo, ni fórmula: hay pulsión, carne y símbolo, una búsqueda que se desborda entre la belleza salvaje y la abominación humana.
El clip es un ritual visual donde lo sagrado y lo erótico se rozan hasta la incomodidad, donde la pureza se contamina de deseo y el deseo se vuelve ceniza. Lo profano coquetea con lo divino, y la cámara (o el collage digital) se transforma en un espejo roto que devuelve al espectador su propio caos. La mezcla de imágenes —a veces como contraste, a veces como conexión imposible— es una invitación a perderse en los límites de la interpretación. No se trata de entender, sino de sentir el pulso de algo que sigue vivo en el borde de la descomposición.
“Risa Thanática” no busca agradar, busca morder. Es un gesto honesto, casi amoroso, hacia el ruido, la contradicción y la intuición como formas de arte. En tiempos donde todo se empaqueta y se explica, Thanatoloop elige el abismo: una risa que suena como eco de la muerte, pero también como celebración de seguir creando desde la herida.
El clip es un ritual visual donde lo sagrado y lo erótico se rozan hasta la incomodidad, donde la pureza se contamina de deseo y el deseo se vuelve ceniza. Lo profano coquetea con lo divino, y la cámara (o el collage digital) se transforma en un espejo roto que devuelve al espectador su propio caos. La mezcla de imágenes —a veces como contraste, a veces como conexión imposible— es una invitación a perderse en los límites de la interpretación. No se trata de entender, sino de sentir el pulso de algo que sigue vivo en el borde de la descomposición.
“Risa Thanática” no busca agradar, busca morder. Es un gesto honesto, casi amoroso, hacia el ruido, la contradicción y la intuición como formas de arte. En tiempos donde todo se empaqueta y se explica, Thanatoloop elige el abismo: una risa que suena como eco de la muerte, pero también como celebración de seguir creando desde la herida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario