DOBLE VECTOR EP FINAL
Desde las grietas del asfalto capitalino emerge Doble Vector, una banda que no viene a pedir espacio, sino a ocuparlo con convicción. Su primer EP, “El Final”, es todo menos un cierre: es el inicio de una búsqueda, un manifiesto sonoro que apuesta por la emoción sin disfraces, por el sonido trabajado desde la trinchera, no desde la vitrina.
Formados en 2021, Jaime, David, Pablo y Mauro son parte de esa generación que creció entre el eco de las guitarras distorsionadas y la necesidad de hacer las cosas a su manera. Influenciados por nombres de peso como Muse, The Killers, Catherine Wheel y Soda Stereo, el cuarteto toma referentes para construir una voz propia, con identidad, con alma.
Formados en 2021, Jaime, David, Pablo y Mauro son parte de esa generación que creció entre el eco de las guitarras distorsionadas y la necesidad de hacer las cosas a su manera. Influenciados por nombres de peso como Muse, The Killers, Catherine Wheel y Soda Stereo, el cuarteto toma referentes para construir una voz propia, con identidad, con alma.
Grabado durante once meses en Santuario Sónico, “El Final” se siente como una pieza artesanal: cada arreglo, cada textura, cada pausa parece puesta con cuidado quirúrgico. La producción estuvo en manos del propio Alfaro, y el resultado suena como una banda que sabe lo que quiere decir… y cómo decirlo.
La presencia de músicos invitados —como Andrés Becker en percusión, Juan Anguita en teclados, y las guitarras extra de Correa y Molina— le suma capas y matices a una propuesta que ya se percibe sólida, sin necesidad de artificios. Es música hecha desde el amor al detalle, pero sin perder la urgencia del directo.
La presencia de músicos invitados —como Andrés Becker en percusión, Juan Anguita en teclados, y las guitarras extra de Correa y Molina— le suma capas y matices a una propuesta que ya se percibe sólida, sin necesidad de artificios. Es música hecha desde el amor al detalle, pero sin perder la urgencia del directo.
Y si hablamos de visión, esta no se queda solo en lo musical. El EP viene en formato físico con un chip NFC integrado, porque Doble Vector no le teme a lo nuevo: lo abraza, lo experimenta, lo incorpora. Esto no es solo un disco, es un dispositivo narrativo. Es arte que se toca, que se escucha, que se lleva.
A nivel visual, la identidad de la banda ha sido cuidada con precisión. Paulina y Ana María Pincheira se encargaron del arte gráfico, apoyadas por Avant Visual Producciones. El resultado es una estética que dialoga con el sonido, lo expande, lo ilumina. Sus shows en vivo lo confirman: hay una búsqueda constante de coherencia entre lo que se escucha y lo que se ve.
Con pasos firmes en escenarios como la Teletón, House Rock & Blues y Ramblas Bar, la banda ya empieza a hacerse un nombre. Y no es casualidad que su canal de YouTube supere las 10 mil reproducciones: hay algo en sus canciones que resuena, que conecta, que incomoda de la mejor manera.
“El Final” no es un adiós, es una declaración. Es el comienzo de algo que todavía no tiene nombre, pero que ya se siente necesario.
“El Final” no es un adiós, es una declaración. Es el comienzo de algo que todavía no tiene nombre, pero que ya se siente necesario.
Escúchalo. Deja que te atraviese. Y si te golpea donde debe, entonces entendiste.
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