APUÑAL - ARTE

 

 

     Sebastián no se presenta como artista: se presenta como sobreviviente. Dibujante autodidacta, cocinero por oficio y padre de un niño de cuatro años, lleva el seudónimo de Apuñal-Arte desde 2013 como quien carga una navaja en el bolsillo: no para presumirla, sino para abrirse paso entre la rutina y la asfixia del sistema.

 

Su trazo nació en los pasquines de tokatas, en las portadas DIY de bandas amigas, en los fanzines mal fotocopiados que circulaban de mano en mano por el sur de Chile. La sangre que corre bajo su línea es hardcore punk, con el eco de una banda fantasma que alguna vez rugió desde Osorno: Newen, quincena de años resistiendo entre escenarios improvisados y el aliento colectivo del mosh.

 

 

Hoy, Apuñal-Arte se obsesiona con un proyecto radical: “letras de canciones dibujadas”, cómics hechos a puro pulso, tinta y corazón. Canciones transformadas en viñetas, en un idioma donde la furia se vuelve narrativa y la rabia toma forma de personaje. Nada de filtros ni oropel digital: lo mínimo para no perder la suciedad necesaria.

 

 

En sus páginas se siente la herencia del comic underground de Robert Crumb, el filo político del arte marginal, la sátira del fanzine, la crudeza del art brut y la imaginería corrosiva del lowbrow/pop surrealism, pero siempre desde el lado más mugriento y político de la ecuación. Lo suyo no busca belleza: busca impacto. No apunta al museo, sino al barrio, al escenario improvisado, al lector que se mancha los dedos con tinta barata.

 

Apuñal-Arte es ruido dibujado. Una estética outsider que se entiende mejor con los oídos llenos de hardcore y el cuerpo sudado en un pogo. Una gráfica que no le teme al desgarro, porque sabe que del caos también se construyen nuevas formas de vida.

 

 

📩 Contacto: apunal.arte@gmail.com