UNA FIESTA HIPNÓTICA
Por Desastre Alterno
El año 2024, de la mano de Moldavia Records, apareció Carnavales, el disco de la banda Encontraron su cabeza. Los músicos que componen la agrupación, son: Sebastián Astorga y Nicolás Letelier. El primero se encarga de las voces, teclados, guitarras, bajo y programaciones. Mientras, el segundo se encarga de las voces, los teclados y las percusiones. En este disco colabora Benjamín Rojo en los sintetizadores y la electrónica en el tema Andenes.
Y te tomé de la mano abre el disco con una estética sonora muy cercana a la sensación que queda tras escuchar alguna banda stoner rock. En Andenes el sonido es reposado, con una voz que parece jugar con lo disarmónico, como si se tratase de una declamación poética e hipnótica. Paseo Ahumada recuerda algún tema de Ases Falsos pero con una carga psicodélica y hasta espacial muy marcada. En Sacrifiqué, el Lo fi por el que apuesta la banda se nota con una letra letárgica que se asemeja a un mantra que resuena como un eco. Verano de placer es un tema interesante: la letra habla sobre un día de verano, pero tanto la letra como la melodía son reposadas, lentas, con matices en los sintetizadores, clásicos del rock psicodélico. Un vestido nuevo es un homenaje a la etapa punk de los integrantes: un tema que rompe lo que se venía escuchando. Incluso la letra es rabiosa: Y observamos cómo todo se destruye alrededor. En Repeticiones se retoma la calma, con sonidos juguetones que vagamente recuerdan a un tic tac del reloj. En Me guardabas como un animal la banda refleja el sonido letárgico por antonomasia que quieren lograr. Cara horrenda recuerda a Los Ángeles Negros y a Los Bunkers, con un tema melódico y muy pegadizo. Con ironía a su título, es quizás uno de los temas más hermosos del disco. Intenciones es un tema que sirve para que los músicos experimenten con el sonido de los teclados. El tema No sabes nada va muy en la senda de Jorge González, donde se respira lo que podría llamarse “la esencia del rock chileno moderno”. Belleza castigada mezcla elementos experimentales con una voz que se muestra desafiante. Criminal es una canción extrañamente romántica, donde pareciera que la nostalgia se hizo melodía. La última canción, Graciosa estirpe, es un juego que hace la banda a modo de cierre, donde presenciamos un jazz psicodélico que parece provenir desde alguna nave espacial.
En conclusión, Carnavales es precisamente eso: una fiesta sonora e hipnótica, creativa y original, cargada de poesía y una profundidad tanto sonora como literaria que se agradece en tiempos en que la música, o a lo que se le llama música ahora, es un eterno auto-tune.
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