CIENFUEGOS

COMO TRAGEDIA Y COMO FARSA EP (2025) 

 

 

     A comienzos del año que ya se va, marzo para ser más precisos, Cienfuegos liberó Como tragedia y como farsa, EP de tres canciones que se hunde sin miedo en la angustia, en los fantasmas internos y en ese ruido constante que no siempre se nombra, pero que se siente.

El título no es casual ni decorativo. Proviene de una frase de Karl Marx, extraída de El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852), donde se lee:

“Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: la primera vez como tragedia y la segunda vez como farsa”.

Una idea que atraviesa el EP como una grieta abierta: la repetición histórica, el fracaso humano y la caricatura del horror cuando se normaliza.

El viaje arranca con “Urutaú”, una descarga frontal, una explosión de rabia contenida que emerge desde una lírica empapada de sufrimiento. Es violencia emocional pura: golpea, se repliega, respira y vuelve a levantarse con más fuerza. No hay concesiones, solo catarsis.

El EP se vuelve más introspectivo con “Repetir al vacío”, una composición instrumental que funciona como un paréntesis necesario. Un espacio suspendido, casi ritual, que invita a mirar hacia adentro mientras el ruido externo se apaga por un momento. Un respiro denso, cargado de eco y tensión.

El cierre llega con “Barbarie”, y no podría ser de otra forma: un grito desesperado, un alarido iracundo que clama contra el vacío del alma humana y el manto de indiferencia que protege al culpable. Aquí el enemigo tiene nombre y rostro: el fascismo, encarnado como síntoma y consecuencia de una sociedad anestesiada.

Como tragedia y como farsa es un registro honesto, incómodo y necesario, de esos que no se escuchan de fondo, sino con el cuerpo entero. Un EP breve, pero cargado de sentido, que confirma que en el under aún hay ruido, memoria y resistencia.