domingo, 5 de octubre de 2025

 RAMAL    LA PERSISTENCIA DE LO QUE NO SE MUEVE

 


Por  Gonzalo  Vilo

 

     Entre Talca y Constitución todavía corre un tren viejo que parece no ir a ninguna parte. En esos rieles oxidados, donde el progreso nunca llegó, Cynthia Rimsky levanta su novela Ramal, publicada hace casi quince años y hoy reeditada por Editorial Overol como quien rescata una pieza de museo viva, o un fantasma que insiste en seguir respirando.

El protagonista —“el que viene de afuera”— recibe el encargo de revivir el último ramal ferroviario de Chile, ese hilo de hierro que une estaciones con nombres que suenan a poema: Maquehua, Forel, Toconey, González Bastías, Curtiduría. Su misión es convertir el abandono en destino turístico, el silencio en espectáculo. Pero lo que encuentra es otra cosa: rostros cansados, pueblos sin mapa, vino pipeño, lisa a la teja y un rumor de río que suena más fuerte que cualquier discurso de desarrollo.

Rimsky escribe con una prosa que se arrastra como tren en pendiente: lenta, vibrante, con una belleza que a veces duele. Cada página tiene la textura del óxido y la quietud de los campos donde nadie mira. Lo suyo no es nostalgia barata ni turismo emocional: es una excavación del olvido, una pregunta que sigue repitiéndose, tozuda, a cada estación abandonada: ¿cómo vivimos?

En esta nueva edición de Ramal, Overol hace lo que mejor sabe: rescatar lo que la prisa de la modernidad intenta borrar. Mapas, fotos en blanco y negro, tipografía austera; todo el libro parece construido con los materiales del tren mismo. No hay artificio, solo una poética del deterioro que se resiste al cierre definitivo.

Leer Ramal hoy es mirar el país desde la ventanilla rota de un vagón: ver cómo el paisaje se repite y cambia, cómo los pueblos siguen esperando un viaje que ya no llega. Y entender, quizás, que lo importante no era el destino, sino el eco de los rieles que todavía suenan en alguna parte del Maule.

 

 Cynthia Rimsky – Ramal
Reedición: Editorial Overol, 2025 (primera edición 2011), Santiago


jueves, 2 de octubre de 2025

 LOS TABANOS EXPERIENCE ---- CELEBRATION OF A PSYCHEDELIC DECADE VOL 1

 




     Diez años no se cumplen todos los días, y menos cuando tu apuesta desde el inicio fue prender fuego al manual y lanzarte al vacío de la improvisación. Los Tábanos Experience celebran su primera década con Celebration of a Psychedelic Decade Vol. 1, un registro en vivo que recoge su esencia más pura: energía cruda, trance eléctrico y la libertad de dejar que cada nota aparezca y se funda en la siguiente sin pedir permiso. Grabado el 24 de octubre de 2024 en MiBar, dentro del Capivara Fest, este disco es un rito tabanil en formato cuarteto que no busca pulcritud, sino verdad.

El viaje no es menor: siete discos de estudio, doce publicaciones y un historial de explosiones sónicas que los ha llevado desde el space rock más expansivo hasta el kraut, el jazz rock y la psicodelia más densa. Desde Songs of Creation hasta Sons of Eter, el colectivo se ha movido como enjambre, siempre mutando, siempre conectando con esa zona peligrosa y fascinante donde la música se compone en el mismo instante en que se toca. Esa alquimia imposible de replicar es lo que sostiene su nombre y lo que este nuevo álbum vuelve a demostrar.

La tapa, creada por la artista peruana Andrea Nakasato, condensa esa experiencia alucinógena en imágenes, mientras que el sonido fue moldeado y afinado por Nes Rodríguez en BYM Records. Nada sobra y nada se acomoda: Vol. 1 no es un compilado de canciones, es un documento vivo de un ritual eléctrico que te arrastra sin brújula. Como toda improvisación genuina, cada segundo tiene algo de epifanía y algo de riesgo, y ahí reside la potencia de este nuevo capítulo.

Y ojo, porque esto no se detiene: el 26 de junio de 2025 Los Tábanos Experience registrarán en Bar de René el Volumen II, prometiendo otro viaje que quedará marcado en la memoria. Una década ha pasado y la banda no se domestica; al contrario, suena más libre, más incendiaria y más conectada con esa pulsión que hace que la música valga la pena: ser experiencia antes que producto. En tiempos de algoritmos y fórmulas, ellos siguen confiando en el misterio de la improvisación. Y lo celebran con psicodelia, volumen alto y riesgo total.
 
 

Pueden escucharlo siguiendo el link

 https://lostabanosexp.bandcamp.com/album/celebraci-n-de-una-d-cada-psicod-lica-vol-i

 

 

 

martes, 30 de septiembre de 2025

MEW -- PERROGATO (2025)

 

 





       El 3 de septiembre marcó el regreso discográfico de Perrogato, una banda nacional que no teme a los riesgos emocionales ni sonoros. Con MEW, su segundo larga duración, la agrupación abre un nuevo capítulo tras cinco años de silencio desde Me Gusta Más La Diversión (2020). Si bien en el camino soltaron un par de singles, la expectativa era alta, y ya con “Colibrí” como adelanto sabíamos que algo más grande se venía. La espera valió la pena: este álbum se instala como un trabajo honesto, versátil y necesario en la escena under chilena.

El título MEW despierta la pregunta inevitable: ¿será un guiño al mítico personaje de Pokémon? Puede que sí, puede que no. Lo cierto es que el nombre captura perfectamente la esencia del disco: un refugio pequeño, misterioso, pero cargado de energía. Nueve canciones que funcionan como un espejo donde se reflejan emociones crudas —miedos, adicciones, enfermedades mentales— sin dejar de lado la dulzura de la resiliencia. Perrogato logra un equilibrio poco común entre lo íntimo y lo colectivo, construyendo un relato que invita tanto a la catarsis como al abrazo.

“Colibrí”, lanzado el 18 de agosto como carta de presentación, encendió las alarmas de lo que venía. Con un sonido más robusto que en trabajos anteriores, el single nos habló de amor propio y armonía en tiempos difíciles. Sin embargo, el disco completo se lanza sin miedo a la oscuridad. Desde la apertura con “Microplásticos”, queda claro que Perrogato no quiere maquillajes: nos enfrentan a la vulnerabilidad de lo humano, a las cicatrices que cargamos, a esa contradicción de bailar con los demonios mientras se busca un poco de luz.

Musicalmente, MEW se mueve entre el rock alternativo y el indie pop, con destellos electrónicos que nunca abruman, sino que sostienen la narración emocional. Es un álbum para escuchar con audífonos, donde cada capa revela nuevas texturas, como si cada canción fuera una habitación distinta dentro de la misma casa. Se percibe también la huella del madchester, un pulso bailable y etéreo que se mezcla con letras intensas, logrando un contraste que mantiene viva la escucha de principio a fin.

Entre las joyas del disco destacan “Huesos”, “Gregory” y “Sertralina”. Canciones que no solo confirman el nivel compositivo de la banda, sino que además se sienten como declaraciones emocionales, de esas que te atraviesan sin pedir permiso. Hay una potencia en la vulnerabilidad de estos temas que los coloca entre lo mejor del año, no solo dentro de la escena independiente, sino de la música chilena en general.

MEW no es un disco para pasar de largo. Es un refugio, pero también un espejo. Una obra que nos recuerda que el under sigue siendo un espacio donde se pueden contar verdades incómodas con belleza, y que la música, cuando nace desde la honestidad, siempre encuentra la manera de resonar en quienes la escuchan. Perrogato vuelve con un álbum que no solo confirma todo lo prometido en su debut, sino que además los instala como una de las propuestas más sólidas y sensibles del panorama actual. Disponible ya en todas las plataformas, este es un viaje que no hay que perderse.
 
 

Grabación por Daniel Velásquez. @01101001k
Mezcla por Ricardo Herrera. @castalia_estudio
Máster por Francisco Holzman. @holzmasters
Baterías canciones 2, 6 y 9 por Cristóbal Soto. @ritmosynaves
Baterías canciones 1, 3 ,4, 7, 8 por Darío Espinoza. @thebagdrum
Baterias
Guitarra líder canciones 2, 4 y 7 por Jose Ignacio Carrasco. @joseiknacio
Guitarra rítmica, bajos y voces por Danko Diaz. @dankdedanco
Teclados y voces por Maria Jose Calfin aka Cheché. @chechecalfin
Baterias electricas y samples canciones 1 y 5 por Lucas Bustamante @plectrumkiid
Fotografías por Maria Fernanda Albornoz y Maria Jose Calfin. @p.u.ll.p.o
Portada por Cheché.
Sello JoyBoy Récord. @joyboyrecords
 
 

 


viernes, 26 de septiembre de 2025

 JOCELYNE   RODRIGUEZ  DROGUETT

 

 

 
   En la escena visual latinoamericana, pocas artistas han tejido con tanta consistencia el cruce entre memoria, cuerpo y territorio como Jocelyne Rodríguez Droguett (Chile, 1982). Su obra respira un pulso ecofeminista que la conecta con genealogías invisibilizadas, con relatos íntimos y colectivos, con esas grietas donde la fotografía deja de ser documento para convertirse en ritual. Lo suyo no es un registro, sino un acto de sanación: un bordado sobre papel, un fragmento de placenta hecho imagen, una herida convertida en objeto poético.
 
 

 Formada entre Chile, Argentina y España, su trayecto académico sostiene un andamiaje sólido, pero su producción escapa de lo institucional para hundirse en territorios donde lo político y lo afectivo se confunden. Beca ANID en Sevilla, docente, investigadora y gestora, Rodríguez no se limita a producir obra: también abre espacios, funda editoriales (Maar Ediciones), organiza encuentros (FOCOM), se suma a colectivos (Las Niñas, Cooperativa de Fotógrafas). Su práctica se despliega como una red, un tejido donde lo individual y lo colectivo son imposibles de separar.


Su trabajo ha recorrido geografías que van de Valparaíso a Chiapas, de Marsella a Hong Kong, siempre cargando la urgencia de denunciar, de recordar, de tender puentes. Proyectos como Ofrendas Fotográficas contra el Femicidio o Materna no solo exponen imágenes, sino que confrontan sistemas de violencia que atraviesan cuerpos y territorios. La fotografía se vuelve ofrenda, resistencia, grito silencioso en espacios que van desde Villa Grimaldi hasta el Palacio de La Moneda, desde la UNAM hasta el Instituto Nacional de Bellas Artes de México.


 

 Hay en su poética un gesto constante de desplazamiento: la foto no se queda quieta en el plano. Se desborda hacia el objeto, hacia la instalación, hacia lo textil. Bordados, collages de memoria, papel trabajado como piel. Ese tránsito le permite escapar del formato convencional para dialogar con lo táctil, lo doméstico, lo ritual. En esa mutación, la fotografía deja de ser imagen y se convierte en materia viva, en cuerpo político.

Mirar una pieza de Rodríguez es enfrentarse a un espejo roto: lo íntimo dialoga con lo colectivo, lo femenino con lo histórico, lo natural con lo urbano. La maternidad emerge no como cliché, sino como acto político, mientras la memoria personal se expande en resonancias universales. Su obra insiste en que el arte no es un lujo, sino una forma de resistencia y de cuidado, un modo de preservar saberes y territorios frente a la devastación patriarcal y extractivista.

 


 

En un circuito global saturado de discursos vacíos, Jocelyne Rodríguez Droguett se levanta como una voz radicalmente necesaria. Su práctica encarna el ecofeminismo desde lo sensible y lo combativo, construyendo imágenes que no solo se ven: se sienten, se tocan, se portan como cicatrices. Una obra que nos recuerda que la memoria no es pasado, sino territorio en disputa.

 


 

 

domingo, 21 de septiembre de 2025

ENCONTRARON SU CABEZA        CARNAVALES

 


 

 

                               UNA FIESTA HIPNÓTICA

 

Por  Desastre  Alterno

 

       El año 2024, de la mano de Moldavia Records, apareció Carnavales, el disco de la banda Encontraron su cabeza. Los músicos que componen la agrupación, son: Sebastián Astorga y Nicolás Letelier. El primero se encarga de las voces, teclados, guitarras, bajo y programaciones. Mientras, el segundo se encarga de las voces, los teclados y las percusiones. En este disco colabora Benjamín Rojo en los sintetizadores y la electrónica en el tema Andenes.

Y te tomé de la mano abre el disco con una estética sonora muy cercana a la sensación que queda tras escuchar alguna banda stoner rock. En Andenes el sonido es reposado, con una voz que parece jugar con lo disarmónico, como si se tratase de una declamación poética e hipnótica. Paseo Ahumada recuerda algún tema de Ases Falsos pero con una carga psicodélica y hasta espacial muy marcada. En Sacrifiqué, el Lo fi por el que apuesta la banda se nota con una letra letárgica que se asemeja a un mantra que resuena como un eco. Verano de placer es un tema interesante: la letra habla sobre un día de verano, pero tanto la letra como la melodía son reposadas, lentas, con matices en los sintetizadores, clásicos del rock psicodélico. Un vestido nuevo es un homenaje a la etapa punk de los integrantes: un tema que rompe lo que se venía escuchando. Incluso la letra es rabiosa: Y observamos cómo todo se destruye alrededor. En Repeticiones se retoma la calma, con sonidos juguetones que vagamente recuerdan a un tic tac del reloj. En Me guardabas como un animal la banda refleja el sonido letárgico por antonomasia que quieren lograr. Cara horrenda recuerda a Los Ángeles Negros y a Los Bunkers, con un tema melódico y muy pegadizo. Con ironía a su título, es quizás uno de los temas más hermosos del disco. Intenciones es un tema que sirve para que los músicos experimenten con el sonido de los teclados. El tema No sabes nada va muy en la senda de Jorge González, donde se respira lo que podría llamarse “la esencia del rock chileno moderno”. Belleza castigada mezcla elementos experimentales con una voz que se muestra desafiante. Criminal es una canción extrañamente romántica, donde pareciera que la nostalgia se hizo melodía. La última canción, Graciosa estirpe, es un juego que hace la banda a modo de cierre, donde presenciamos un jazz psicodélico que parece provenir desde alguna nave espacial.

En conclusión, Carnavales es precisamente eso: una fiesta sonora e hipnótica, creativa y original, cargada de poesía y una profundidad tanto sonora como literaria que se agradece en tiempos en que la música, o a lo que se le llama música ahora, es un eterno auto-tune.




lunes, 15 de septiembre de 2025

 VAGO   SAGRADO   -  VERMIN  (2025)

 

 
 
            
 
Por  Gonzalo  Vilo

 

               
       Después de haber escuchado Flatrock y Undesired, esos adelantos que la banda liberó hace algunos meses como migajas envenenadas para abrirnos el apetito, las expectativas estaban por las nubes. Y no era para menos: ambos temas funcionaban como un anzuelo filoso, dejando la sensación de que lo que se venía no era cualquier cosa, sino un zarpazo directo desde las catacumbas de la escena local.


La espera valió la pena. Vermin (2025), el nuevo trabajo de Vago Sagrado, no decepciona ni por un segundo. Todo lo contrario: es un golpe de satisfacción al pecho, de esos que te obligan a poner el disco en repeat, con la certeza de que cada escucha te va a mostrar un ángulo distinto. El título —que en inglés significa alimaña— no es casualidad: hay algo sucio, corrosivo y vital en estas nueve piezas que configuran un viaje sólido, donde la crudeza no está maquillada sino expuesta como cicatriz orgullosa.


El álbum fue grabado en Estudio Coscoroba bajo la producción de Felipe Ruz, y luego mezclado y masterizado por Ricardo Guzmán en Estudio Goethe. Una dupla que supo darle filo al sonido sin limar las aristas peligrosas. Este sexto disco marca también los diez años de trayectoria del cuarteto, y se siente como la maduración de un proceso largo: experiencia acumulada y un catálogo —el de Algorecords— que sigue siendo un refugio imprescindible para quienes necesitamos que el rock todavía huela a sudor, humo y calle mojada.


Desde el arranque con How Come You’re Back, la banda no busca apurar nada: abre la puerta con elegancia contenida, solo para empujarte de golpe a la avalancha que sigue. Después vienen momentos en que la distorsión se expande como incendio y otros en que la melodía asoma vulnerable, recordándonos que debajo del ruido late un corazón que también se quiebra. Esa dualidad —fuerza y fragilidad, mugre y ternura— es lo que hace que Vermin se sienta vivo, sin rendirse a ninguna etiqueta.

Los adelantos fueron apenas la punta del iceberg. Half Drank Beer trae un pulso indie que se desborda en guitarras; Undesired juega con la melancolía y el filo autodestructivo; mientras que Flatrock funciona como un viaje espacial que refuerza la vibra atmosférica. El resto del tracklist —The Scroll, Ear Eater, For the Sake of the Nation, Justice y NUE!— completa un mapa donde conviven post punk, krautrock y psicodelia, entre letras existencialistas cargadas de ironía y un humor que roza la parodia.


Vermin no es un disco para escuchar de fondo. Es un álbum que exige atención, que te toma de los oídos y no te suelta hasta que entiendes que lo suyo no es solo música, sino también un retrato sucio y nocturno de lo que somos. En tiempos donde sobran lanzamientos plásticos y desechables, trabajos como este son una declaración de principios: el rock chileno sigue vivo, rugiendo desde el underground, con bandas que no tienen miedo de ensuciarse las manos para entregarnos algo real.

 

Pueden escuchar el disco siguiendo el siguiente link 

 https://vagosagrado.bandcamp.com/album/vermin

 



 

sábado, 13 de septiembre de 2025

 CAER    FEST

 

    

 

     La noche del viernes 10 de octubre Calaca bar va a temblar con la primera edición del Caer Fest, un encuentro que junta a cuatro propuestas que vienen remeciendo el rock under local y nacional. Desde las 22:00 hrs, el escenario se prende con guitarras pesadas, atmósferas densas y la crudeza que caracteriza a la escena independiente.

 
Durante la velada escucharemos a agrupaciones como  Sequía, banda serenense de gran trayectoria que lleva rato puliendo su identidad entre el post rock, progresivo y post hardcore. Con un EP y varios singles en el cuerpo —incluido el reciente Ilumina el Final— .

De ahí el salto va directo a la historia: Neoyka, rock pesado del semiárido costero, una agrupación que sabe de trayectoria y sudor en escenario. Con dos placas bajo el brazo (Vol. I y Vol. II: El Desborde y el Ocaso), Neoyka se ha ganado un espacio propio en la memoria sonora de la zona.

El relevo lo toma Stendhal, sangre fresca nacida en 2024 en La Serena, con un sonido que mezcla stoner, nu metal, post rock, shoegaze y metal alternativo. Su single debut No Estás dejó claro que no vinieron a repetir fórmulas, sino a invitar a la introspección a punta de muros de sonido.

La guinda de la noche corre por cuenta de Sangre del Aconcagua, trío viñamarino que el 2023 estrenó su disco homónimo y que trae bajo el brazo un viaje entre el stoner, el post metal y el progresivo, pero filtrado con una visión latinoamericana en riffs y letras.

Todo esto por apenas $3.000 la entrada o 2x$5.000, un precio que suena casi simbólico frente al nivel de la descarga que se viene.

El Caer Fest no es solo una tocata: es la confirmación de que la escena rockera del norte chico y la quinta región sigue viva, ruidosa y con sed de escenario. 🔥

  RAMAL    LA PERSISTENCIA DE LO QUE NO SE MUEVE   Por  Gonzalo  Vilo         Entre Talca y Constitución todavía corre un tren viejo que pa...